LA COMUNICACIÓN ESPECTRAL EN EL CUIDADO DE ENFERMERÍA Y LOS RIESGOS DE LA VIRTUALIDAD


Universidad Nacional Autónoma de México , México

Resumen

El proceso de comunicación en el cuidado de enfermería ocupa un papel primordial en la atención de las personas confiadas por la sociedad a los profesionales de esta disciplina. La crisis suscitada por la pandemia de COVID 19 ha puesto en evidencia la grave situación de la comunicación enfermera-persona porque no solo se ha tornado compleja sino francamente espectral es decir que la comunicación está permeada por una fuerte presencia corporal paradójicamente sin cuerpo, lo cual da pauta para discutir la identidad. (Sánchez Martínez). Lo espectral no es un concepto estático, pues a medida que avanza la tecnología aumentan (o disminuyen) rangos de frecuencia utilizados en comunicaciones. Hoy la supervivencia humana se encuentra amenazada de manera global y las nuevas estrategias de comunicación ponen de manifiesto que no se trata de una simple acción ya que se ve amenazada la identidad y la imagen de la propia enfermera al incorporar la virtualidad como forma alternativa de cuidar. La identidad dependiente de la corporalidad se ve diluida y amenazada. Por la pandemia COVID-19 está comprometida la comunicación interpersonal cara a cara, así mismo la confidencialidad de la información, la privacidad y la seguridad. Lo público y lo privado han pedido sus límites atravesados por la virtualidad que es el fenómeno tecnológico de lo digital como una forma de relacionarse, tanto en el tiempo como en el espacio y brinda experiencias que tal vez solo son posibles en esa dimensión por lo cual existe una imagen distorsionada del sujeto, del escenario de la atención y del papel de los prestadores de servicios de salud.

Spectral Communication in Nursing Care and the Risks of Virtuality

Abstract

The communication process in nursing care plays a key role in caring for people entrusted by society to professionals in this discipline. The crisis caused by the COVID 19 pandemic has highlighted the serious situation of nurse-person communication because it has not only become complex but frankly spectral, in other words, communication is permeated by a strong bodily presence, paradoxically disembodied, which provides guidelines for discussing identity. (Sánchez Martínez). The spectral is not a static concept, because as technology advances, the frequency ranges used in communications increase (or decrease). Today human survival is threatened globally and the new communication strategies show that it is not a simple action since the identity and image of the nurse herself by incorporating virtuality as an alternative way of caring is also threatened, as well as the identity dependent on corporeality is diluted and threatened. Due to the COVID19 pandemic, face-to-face interpersonal communication is compromised, as well as the confidentiality of information, privacy and security. The public and the private have lost their limits crossed by virtuality, which is the technological phenomenon of digital as a new way of relating, both in time and space and provides experiences that are perhaps only possible in that dimension. However, there is also a distorted image of the subject, the setting of care and the role of health service providers. Due to the COVID19 pandemic, the public and the private have requested their limits crossed by the virtuality that is the technological phenomenon of digital as a way of relating, both in time and space, and provides experiences that are perhaps only possible in that dimension for which there is a distorted image of the subject, the setting of care and the role of health service providers.

Keywords

Communication, Spectral communication, Care, Nursing, Virtuality, COVID-19

INTRODUCCIÓN

Sin duda la pandemia de COVID-19 ha impactado todos los órdenes de la vida tanto del hombre común como de los profesionales de la salud. La comunicación tras su papel fundamental en la evolución humana y en el conocimiento humano ha constituido un pilar imprescindible del hacer cotidiano. La totalidad de las instituciones sociales: familia, escuela, sociedad han visto en su momento su fortalecimiento y declive influenciadas por la comunicación.

En México, El Gobierno Federal, la Secretaría de Salud, así como la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud hicieron una declaratoria de emergencia sanitaria y establecieron la suspensión de actividades no esenciales a partir del 30 de marzo del 2020. México adoptó de esta forma la modalidad de la educación virtual que implica el manejo de las TIC. Para el caso de la educación superior la mayoría de las instituciones procedieron a transitar a esta modalidad aprovechando su avance e infraestructura en la materia (Hernández, R. A. M., 2020, p3).

La suspensión obligatoria de las clases en todos los niveles educativos, con el confinamiento en casa de estudiantes y profesores, ha creado una red de efectos múltiples en todos los actores del proceso educativo. Los docentes dejaron el salón de clase al que han estado acostumbrados, para convertirse de manera obligada en usuarios de las herramientas tecnológicas que existen para interactuar a distancia entre ellos mismos y sus estudiantes, al tiempo que tienen que atender las presiones personales del confinamiento y sus implicaciones económicas, de salud y afectivas.

Los estudiantes, en su casa, comparten, si es que los hay, los dispositivos digitales y la red de internet que usa toda la familia, y tienen la necesidad de continuar sus actividades de aprendizaje, a través de tareas, conferencias virtuales al tiempo que afrontan los posibles efectos de la pandemia en la salud, las emociones, actividades físicas y las propias de la juventud (Sánchez Mendiola, M., 2020, p.3). En este entorno complejo, la incertidumbre hace presa a los alumnos, los profesores y a la población en general.

Detrás de los problemas sustantivos del orden social, la ética y el conocimiento se encuentra la comunicación intersubjetiva del pensamiento entre los hombres y ahora entre las maquinas pensadas para acelerar los procesos de entendimiento –maquinas pensantes-. Los problemas presentes de intolerancia –violencia de género, racismo, migración- se encuentran claramente definidos por la crisis de la comunicación entre humanos.

Los ejemplos de la supervivencia humana nos remiten a los primeros hombres; Cromañón y Neandertal que al hibridarse dieron origen al homo sapiens. Pero también sus relaciones fueron conflictivas al grado que la supervivencia de los primeros pudo ser la aniquilación de los segundos. La capacidad de fonación de los Cromañones prevalecido sobre la de los Neandertal; y por lo tanto su capacidad de lenguaje y comunicación. Hoy se reconoce la persistencia de la huella genética de ambos; pero también la participación social de los primeros en la extinción de los Neandertales (Máxima, U. J., 2020, p.20).

Por otra parte, el mito de la torre de Babel intenta resaltar la importancia de la comunicación y la colaboración entre los hombres. La lengua y la comunicación permiten el logro de los propósitos comunes. Pero también resalta a través de esta historia el papel del traductor de los lenguajes y el reconocimiento de la diversidad de las formas de comunicación de los hombres (Conde Rubio, R., 2019, p.4).

Ante el avance de la pandemia y la abundante información disponible existe un vacío respecto de los riesgos de la comunicación virtual adoptada.

OBJETIVO

El objetivo del presente trabajo es reflexionar sobre los riesgos de la comunicación espectral en el cuidado y los riesgos de la virtualidad de los profesionales de enfermería debido a la pandemia de COVID 19.

COMUNICACIÓN ESPECTRAL

La comunicación espectral es parte de los modos de relacionarse en nuestra época de saturación comunicativa que van desde la conversación y la charla (el cara a cara) hasta la comunicación "mediatizada" y "espectral". Marc Guillaume (2000, p.25), señala que -cuando los actores de la comunicación prescinden en parte de los recursos de control y de identificación habituales, como el nombre y apellido e, incluso, la presencia corporal (caso de la conversación telefónica o el uso del internet)- plantea una diversificación de las relaciones de comunicación incluyendo la que requiere la propia identidad y la relación con el cuerpo. Se trata de una inauguración de una nueva Babel en que participan los diferentes componentes de la identidad, aquí entra en juego toda la comunicación simbólica cultural personal y colectiva, desde donde brota la “pertenencia”, la “matria”, la afinidad a partir de la cual nace la relación con los otros: el principio de alteridad (Sánchez Martínez, J. A., 2010, p.6).

Como formas antiguas de "espectralidad", se citan los casos de la carta anónima, de la máscara y el disfraz en cierto tipo de fiestas o el empleo de los seudónimos en literatura. Un ejemplo más lo constituye el hecho de la necesidad de usar cubrebocas como medida de protección en la pandemia. En todos los casos la identidad pierde su objetivo de reafirmar a la persona como alguien singular. La impotencia misma de la comunicación humana que torna el acto reflexivo en autorreflexión al prescindir del interlocutor (Reck, I., 1999, p.2-3).

Para Foucault el cuidar de sí mismo parte de la relación de identidad de estos dos elementos- pertenencia e identidad-; el concepto de identidad define al sujeto que ahora a la distancia dependiendo de los dispositivos electrónicos, sitúa la relación en una nueva identidad.

Práctica de enfermería y comunicación

En la práctica de la enfermería la comunicación ocupa un papel principal en la relación de ayuda; sin embargo, la comunicación no solo tiene un carácter verbal ya que se nutre de toda la expresión corporal y aun del silencio. En el encuentro de la enfermera y las personas bajo su acción, la comunicación enmarca no solo una relación más; sino una alternancia, una alteridad. La comunicación es una actividad humana relacional en la que se ponen en juego conciencias subjetivas que a partir de conocimientos más o menos compartidos logran comprender de forma similar las estrategias básicas de comportamientos en el mundo de la vida y, resultado de ello, logran comprenderse unas a otras y conferir sentidos similares al entorno (Madrigal Ramírez, M., Forero Pulido, C. y Escobar, C., 2013, p.49).

El profesional de enfermería soporta una presión social creciente no solo por los cambios demográficos de la población incluidos los debidos a la migración o el envejecimiento; sino por los propios problemas de carácter sanitario y sus repercusiones en el orden social como las propias expectativas y demandas de los ciudadanos en general. En este orden de ideas no se puede mantener al margen del avance en las tecnologías de la información y la comunicación –TIC- y afrontar el vértigo del avance en la asistencia sanitaria en la atención de primer nivel –teleenfermería, teleasistencia, telesalud- que plantea de manera proactiva para el autocuidado, la visita domiciliaria, la asesoría en línea o la asistencia a distancia (Girbau García, M. R., Galimany Masclansb, J. y Salas Miravitllesa, K., 2010, p.5).

Los nuevos escenarios del cuidado y el propio proceso de comunicación entre los actores confrontan los riesgos de la virtualidad que desgastan la eventual alteridad y la propia identidad. La cultura como mundo de conversaciones, de tramas de significación y signos interpretables permite establecer un orden reconocible y significativo a nuestra experiencia y el gobierno de nuestra conducta (Chardon, M. C., 2008, p.5); incluyendo la propia identidad y la alteridad con el otro. Esta construcción del cuidado capaz de crear normativas que cuiden a otro ni siquiera presente, pero éticamente considerado como par a quien cuidar, permite pensar en un futuro de prevención más como idealidad frente a la dilución del propio sujeto de cuidado.

Todos estos modos de relacionarse de la enfermera en el cuidado que brinda se hallan atrapados en un mecanismo de regulación, de control, de automatización y de tecnificación del propio acto de comunicación que se ve espectralizado.

La virtualidad y el otro

En la actualidad el otro se ha tornado en un objeto de producción al diluirse en esta realidad compleja y diversa; es decir al tornarse diverso el cuerpo, el sexo y la propia relación social. Un ejemplo en la producción del otro se llega a la indiferenciación de los sexos y las prácticas sexuales toman un carácter inútil – ya no existe la necesidad de la sexualidad para su reproducción. En la era de lo transexual se perpetúan los conflictos más allá de que la alteridad real de los sexos haya desaparecido.

En la virtualidad de la red los sujetos no se encuentran ya como personas; sino como textos que son reinterpretados en cada relación/interacción y a la vez resignificados. Pero es necesario decir que no es una libre elección de la personalidad ya que la asignación procede de los otros. La persona que ingresa a la red no es más que un objeto de construcción semiótica – un signo- que se expresa por un texto concreto (Sixto García, J., Ugarte, M., 2008, p.1). En la web, la persona permanece a través de un proceso de fragmentación semántica- la persona es un conjunto de enunciados- es decir se textualiza. Por lo tanto, su existencia está ligada a diversas significaciones que emergen en el proceso de recepción. En la red la persona es otro/algo al que se reinterpreta constantemente sin darnos cuenta, es decir, la propia alteridad está amenazada.

La identidad de la que depende la alteridad en realidad es una construcción de identidades en donde convergen factores múltiples de carácter histórico- vitalmente unidos al espacio y tiempo que vivimos- que al combinarse nos dan sentido (Muros, B. 2011,52). La persona a través de las diversas situaciones vividas se torna un ser plural. Es de mención que no basta que las personas se perciban como distintas bajo algún aspecto; también tienen que ser percibidas y reconocidas como tales. Toda identidad (individual o colectiva) requiere la sanción del reconocimiento social para que exista social y públicamente (Giménez, G., 1997, p.38).

La identidad implica alteridad ya que tanto señala lo que es como lo que no es. En este sentido la propia virtualidad comparte con la identidad esta característica de delimitar lo que es de lo que no es. Al respecto la perspectiva moderna y post-moderna difieren al señalar la segunda que los actores sociales –individuos y la colectividad- conceptualizan la identidad como fragmentación, como un cuerpo mutable, un elemento desmontable del actor, algo muy distinto a lo que pensamos sobre la identidad para analizar el espacio virtual (Sánchez Martínez, J. A., 2010, p.40).

En la enfermedad, en la invalidez o en la muerte, la alteridad se encuentra claramente amenazada y no se puede hacer nada en contra de esto ya que el cuerpo es lugar de alteridad. Parece ser que todo logro o fracaso depende de la voluntad individual y más aun de una voluntad al margen de lo social. De lo anterior deriva lo más íntimo el propio cuerpo, el medio técnico del ser humano y motor de la reflexión del ser personal. La identidad humana siempre deriva del cuerpo y cualquier rasgo o marca que desvía ésta, atenta contra la identidad.

A decir de Bourdieu los procesos de incorporación e interiorización de los habitus corporales son imitación de los otros (Méndez, L., 2002, p.123). Las prácticas observadas en distintos grupos de este habitus corporales evidencian formas particulares de conciencia.

El cuerpo en la práctica del cuidado es el sustento material de la comunicación necesaria de la relación enfermera-persona. Cinco son las tendencias que están afectando la comunicación y el cuerpo del cuidado: el crecimiento exponencial de la información, la diversidad creciente de la humanidad, las tendencias en la atención de la salud, las tendencias en la salud-enfermedad y el activismo ilustrado (Salazar Maya, A. M., 2011, p.296).

Al respecto del crecimiento exponencial de la información a cada rato se ve comprometida la confidencialidad de la información, la privacidad y la seguridad. Lo público y lo privado ha perdido sus límites.

Respecto de la diversidad creciente de la humanidad vivimos en un mundo de cambios demográficos, orientaciones económicas, diferencias políticas y sociales y perfiles diferentes de salud-enfermedad; más aún existen diferencias culturales que impiden ignorar las minorías existentes y las emergentes.

En lo que a la atención de la salud se refiere el costo y el gasto han ocupado un papel preponderante en la toma de decisiones y en la orientación de las políticas públicas. Existe una contradicción de orden económico entre las necesidades de la mayoría y la inversión para la salud. Cada día es más lejana la cobertura universal y la salud para todos.

La tendencia del proceso salud-enfermedad reconoce la emergencia de enfermedades nuevas y la preexistencia de antiguas enfermedades; así como la creciente importancia de las enfermedades crónicas. Con el envejecimiento de la población el cuidado de las enfermedades crónicas y degenerativas; así como la demanda de cuidados del paciente al término de la vida.

El activismo ilustrado hace mención de la creciente participación del ciudadano común en lo que respecta a su salud y su atención. Se trata de una creciente defensa del derecho de las personas de participar activamente en su atención haciendo uso pleno de su empoderamiento respecto de los problemas de salud y su atención.

METODOLOGÍA

El proceso de investigación inició con el planteamiento del problema culminando con ¿por qué?, interrogante que le da sentido a la actividad investigadora (Salas Roca, 2014).

La pregunta de investigación permitió la formulación de objetivos, constituyéndose en el eje rector de la investigación, la discusión de resultados y las conclusiones con las que se da respuesta a las perspectivas en la interrogante planteada (Ortega y Segovia 2017).

El análisis sistémico del objeto de estudio facilitó la generación de propuestas para su desarrollo integral en el ámbito de la sostenibilidad del problema.

El sustento teórico, basado en la documentación brinda claridad durante el proceso investigativo a través del método del análisis sistémico del objeto de estudio, con argumentos explicativos del problema, supuestos eje de estudio denominados hipótesis.

Es preciso destacar que la investigación documental, implica búsqueda, análisis y selección de la información (Tancara & Constantino, 1993), que por su carácter documental, es la propuesta de Baudrillard, Guillaume, and M (2000), acerca de la comunicación espectral y los argumentos en torno al cuidado de enfermería en el marco de la contingencia sanitaria debida a la pandemia.

De tal forma, que se realizó la lectura de documentos procedentes de la WEB- especialmente Google Académico- que son una vía más de la realidad que nos rodea.

CONCLUSIÓN

Al reflexionar sobre los riesgos de las estrategias de comunicación virtual asumidas en el cuidado de los profesionales de enfermería debido a la pandemia de COVID 19, se puede ver que la tarea de brindar cuidado se ha tornado difícil no solo por los cambios sociales y culturales ligados a una realidad igualmente inestable que tiende a desaparecer; sino por la naturaleza inestable de las realidades y su comunicación. El ser y hacer de la enfermería se encuentra sujeto a la realidad azarosa y emergente por la pandemia de COVID-19 que le obliga a rehacerse todos los días, toda la hora en su verdadera naturaleza de cambio. Los peligros de la virtualidad derivan de su similitud con los sueños de orden y universalización en detrimento de una realidad distinta para cada persona. El cuerpo en la virtualidad tiende a ser no humano ya que a cada momento se reinventa e incorpora características corporales que no le pertenecen, pero al mismo tiempo las reconoce como parte de su yo. El cuerpo virtual se adapta y se duplica simultáneamente en el tiempo; pero con cierta memoria social.

El cuidado es un acto comunicativo que requiere de conocimientos científicos tecnológicos y del contexto cultural donde viven, trabajan, se recrean y enferman los sujetos del cuidado. El uso de comunicación espectral optimiza estos procesos, en el marco de la gestión del conocimiento de enfermería, su importancia en salud es indudable, sobre todo en los tiempos de aislamiento social por la Pandemia Covid-19 siendo una herramienta esencial en la entrega de cuidados que implica considerar los riesgos que estos tienen en la parte espectral. (Vialart Vidal, N., 2016)

El concepto de comunicación espectral es particularmente revelador sobre los riesgos de la virtualidad y lo es más aún si se considera lo escaso de la literatura que se refiere al mismo a pesar de su importancia para la identidad del sujeto de atención motivo sustantivo del ser y hacer del cuidado.

En la virtualidad existe una imagen distorsionada del sujeto, el escenario de la atención y del papel de los prestadores de servicios de salud –como las enfermeras–; siendo necesaria la recuperación de la verdad del cuidado.

La tarea reflexiva, crítica, debe escudriñar en lo aparente y dejar de escuchar al modo de Odiseo el canto de las sirenas de la ciencia al margen de la historia de los hombres y sus sociedades.

REFERENCIAS