Encinillas García, M. y Martín Sabarís, R. M.
Revista de Comunicación y Salud, 2023, No.13, 1-15.
Editado por Cátedra de Comunicación y Salud
ISSN: 2173-1675
Enviado 06/06/2022
Aprobado 07/07/2022
Publicado 02/01/2023
Mónica Encinillas García[1]: UPV/EHU. España.
Rosa María Martín Sabarís[2]: UPV/EHU. España.
Cómo referenciar el artículo:
Encinillas García, M. y Martín Sabarís, R. M. (2023). Desinformación y Salud en la era PRECOVID: Una revisión sistemática. Revista de Comunicación y Salud, 13, 1-15. https://doi.org/10.35669/rcys.2023.13.e312
Financiación. El presente texto nace en el marco de la tesis doctoral sobre desinformación y COVID-19 de la doctoranda Mónica Encinillas, financiada a través del Programa de Ayudas a la Investigación 2021 de Eusko Jaurlaritza/Gobierno Vasco.
La pandemia del coronavirus ha supuesto un punto de inflexión en la investigación sobre salud y comunicación. Los trabajos científicos en este campo se han precipitado desde principio de 2020, por lo que es importante conocer la situación previa en la que se encontraba la investigación. El presente trabajo se enfoca en los estudios existentes hasta el año 2019 que relacionen la salud y cualquiera de sus ámbitos con la desinformación.
Llevamos a cabo una revisión bibliográfica sistematizada de 171 artículos recogidos en diversas bases de datos científicas, cuyo tema central fuese desinformación y salud hasta finales del año 2019. Mediante el análisis exhaustivo de diferentes variables, el presente artículo tiene como objetivo establecer el punto de partida en el que se encontraba la investigación sobre bulos y salud antes del inicio de la pandemia del COVID-19.
La investigación sobre salud y desinformación mantuvo entre los años 2014 y 2019 una clara tendencia al alta. Diferentes enfermedades epidémicas como el Ébola o el virus del Zika son las más frecuentes en los artículos analizados. No obstante, el resultado más relevante de nuestro análisis es la atención dedicada a la desinformación relacionada con las vacunas.
A pesar de la naturaleza interdisciplinar del tema, ha sido el ámbito de la Salud el que se ha encargado mayoritariamente de investigar sobre el mismo, por lo que, en definitiva, resulta evidente la necesidad de mayor atención por parte del área de la Comunicación a la investigación de este fenómeno.
Desinformación, Salud, Revisión, Bulo, Vacunas, Internet, Falso.
The coronavirus pandemic has been a turning point in health and communication research. Scientific work in this field has been rushed since the beginning of 2020, so it is important to know the previous situation in which the research was. This paper focuses on existing studies up to 2019 that relate health and any of its fields to misinformation.
We carried out a systematised bibliographic review of 171 articles collected in various scientific databases, the central theme of which was misinformation and health up to the end of 2019. Through the exhaustive analysis of different variables, this article aims to establish the starting point of research on hoaxes and health before the start of the COVID-19 pandemic.
Research on health and misinformation maintained a clear upward trend between 2014 and 2019. Different epidemic diseases such as Ebola or the Zika virus are the most frequent in the articles analysed. However, the most relevant result of our analysis is the attention devoted to vaccine related misinformation.
Despite the interdisciplinary nature of the subject, it has been the field of Health the mainly responsible for researching it, so, it is clear that there is a need for greater attention from the area of Communication to research this phenomenon.
Disinformation, Health, Review, Hoax, Vaccine, Internet, Fake.
La información falsa no es un fenómeno nuevo. Possetti y Matthews (2018) sitúan los primeros ejemplos documentados de desinformación en la propaganda de Octavio contra Marco Antonio, donde se grababan mensajes en monedas con el fin de desprestigiar al cónsul romano (año 44 a. C. aprox.). A partir de ahí, la invención de la imprenta se considera también un momento clave para la difusión de hechos inventa-dos, y en la historia más reciente, las guerras mundiales con el papel que jugó en ellas la propaganda. Desde principios del siglo XX las implicaciones de este fenómeno han sido ampliamente estudiadas en la literatura académica (Giglietto et al., 2019). Sin embargo, la sociedad digital ha provocado que este fenómeno adquiera una nueva dimensión (García-Marín, 2020), con nuevas implicaciones. Se trata de un problema social, cultural y político, que puede influir en el razonamiento humano (Matamoros, 2020). Todo ello convierte el fenómeno en un objeto de estudio relevante (Ceron et al., 2020).
El término desinformación puede englobar múltiples cuestiones, desde la difusión de contenido falso en las redes sociales, hasta la utilización de mecanismos como bots para la difusión de discursos de odio, pasando por contenidos de clickbait (Magallón, 2019). Sin embargo, es frecuente la utilización del término fake news para hacer referencia al fenómeno. Esto se puede deber a la confusión dentro de la terminología de este campo y a la popularización del término desde 2016 (Cunha et al., 2018). Las fake news han sido definidas como “artículos de noticias que son intencionalmente y verificablemente falsos, y que podrían confundir a los lectores” (Allcott y Gentzkow, 2017, p. 213). Sin embargo, el significado de fake news ha cambiado a lo largo del tiempo (Brummette et al., 2018; Toma y Scripcariu, 2020). Rodríguez (2019) aboga por utilizar el término desinformación frente a fake news para abarcar las múltiples facetas en las que se propagan los contenidos maliciosos, engañosos, bulos…
La confusión con este término puede surgir porque existen dos palabras en inglés que se traducen normalmente por ‘desinformación’. Son ‘disinformation’ y ‘misinformation’. El matiz de las palabras mencionadas radica en la intencionalidad del emisor a la hora de difundir la información (o la no información), según algunos autores (Shu, et al., 2020). Disinformation se entiende como una información intencionalmente falsa por parte de la fuente emisora, y que es susceptible de causar a la ciudadanía falsas creencias (Fallis, 2014). Misinformation, por el contrario, podríamos traducirlo, simplificándolo, por “información errónea” difundida por su emisor sin intención de dañar o causar falsas creencias. Swire-Thompson y Lazer (2019) establecen que ‘disinformation’ es una intención deliberada de que circule ‘misinformation’ con el objetivo de conseguir dinero, poder o reputación.
Son varios los autores que tratan de explicar a través de sus publicaciones o bien cuáles son las causas de la aparición de informaciones falsas, o bien cuáles son los orígenes de las mismas. La pandemia del coronavirus ha motivado varias de las mencionadas investigaciones ya que autores como Ceron et al. (2020) consideran la agenda política responsable de la desviación del foco de atención de la crisis sanitaria. En este contexto, Pozo y León (2020) coinciden en que las instituciones han sido las más perjudicadas en cuanto a los bulos, seguidas por los grupos políticos.
En base a investigaciones realizadas durante la pandemia del coronavirus encontramos algunas clasificaciones de factores que pueden producir los bulos. Según García-Marín (2020, p. 3):
Otra clasificación sobre factores del origen de la desinformación recogida en una investigación surgida también en el contexto de la pandemia del coronavirus es la de López-Borrull, 2020 en Alonso González (2021):
El objetivo principal de esta revisión es conocer la situación en la que se encontraba la investigación sobre informaciones falsas y salud antes de la pandemia de la COVID-19 analizando, entre otras cuestiones, las áreas de conocimiento que se encargaron de su investigación, así como los subtemas que trataban o la cantidad de artículos publicados a lo largo de los años. De esta manera, se pretenden establecer las bases para que futuras investigaciones puedan comprobar si un fenómeno tan global y trascendental como la pandemia del coronavirus ha cambiado o no las estrategias de desinformación sobre salud.
Para llevar a cabo esta investigación se ha realizado una revisión bibliográfica sistemática. Se ha comenzado la búsqueda definiendo las bases de datos y/o buscadores que se van a utilizar para la recopilación de las unidades de análisis. Las búsquedas se han llevado a cabo en las bases de datos de mayor reconocimiento académico como son Scopus y Web of Science, además de Google Scholar y Dialnet.
Los resultados se han acotado temporalmente entre los años 2000 y 2019. Una vez llevada a cabo una búsqueda preliminar, se ha comprobado que los resultados previos al año 2000 no resultan significativos. Teniendo en cuenta que la enfermedad se detectó en China en noviembre de 2019 y la OMS declaró la pandemia en marzo de 2020, por razones prácticas (algunos motores de búsqueda no ofrecen la opción de filtrar por días ni meses), se ha establecido como fecha límite el final del año 2019.
Se ha elegido un banco de palabras clave relacionadas con el tema, y se han adaptado las palabras clave utilizadas por Wang et al. (2019) para las búsquedas en Scopus y Web of Science: un primer grupo hace referencia a las informaciones falsas, el segundo grupo hace referencia a la forma de difusión de dichas informaciones falsas, y el tercer grupo que hace referencia a la salud.
En inglés se ha realizado la siguiente búsqueda:
misinformation OR fake news OR disinformation OR rumor* OR hoax* (título)
AND online OR social media OR news OR twitter OR Facebook OR google (te-ma WOS) (título, abstract, keywords SCOPUS) AND health OR disease OR infec-tious OR virus OR vaccin* OR measles (tema)
En castellano se ha realizado la siguiente búsqueda:
desinformaci* OR fake news OR rumor* (título) AND online OR redes sociales OR no-tici* OR twitter OR Facebook OR google (tema WOS) (título, abstract, keywords SCO-PUS) AND salud OR enfermeda* OR infecci* OR virus OR vacun* (tema WOS) (título, abstract, keywords SCOPUS)
La búsqueda en Google Scholar no permite la formula anteriormente explicada, por lo que se ha realizado una búsqueda hasta 2019 de las siguientes palabras:
Se han seleccionado los resultados que tratan sobre desinformación y salud entre las 30 primeras páginas de cada búsqueda. Una vez recopiladas las unidades de análisis (llamaremos así a cada artículo que forme parte del corpus), se ha procedido a la evaluación, fase en la que seleccionamos los artículos. Se han desechado todos aquellos que:
Tras dos cribas para comprobar que todas las unidades de análisis se correspondan con las características que se buscan, el total del corpus asciende a 171 unidades. A continuación, se ha procedido al análisis. Para ello se ha diseñado una base de datos, en la cual cada uno de los artículos ocupa una unidad de registro y que incluye las siguientes variables:
Durante el desarrollo del análisis no ha sido posible acceder a tres de los artículos recogidos por diferentes motivos. Por lo tanto, el análisis final se ha llevado a cabo sobre 168 unidades.
Los resultados de la clasificación según el tipo de artículo revelan que la mayoría de las unidades de análisis se corresponden con la categoría de artículos científicos, con una amplia diferencia respecto al resto de tipos registrados. Sin embargo, no se considera un resultado relevante el hecho de que la mayoría de resultados que aparecen en bases de datos científicas se correspondan con artículos científicos. A pesar de ello, destacamos que, dada la magnitud de este tipo de trabajos, existan cinco tesis doctorales sobre desinformación y salud previas a 2020.
Tabla 1. Clasificación según tipo de artículo
Tipo de artículo |
Número |
Artículo científico Artículo no científico |
96 46 |
Comunicación en congreso |
13 |
Tesis doctoral Capítulo de libro Preprint Trabajo de fin de grado/máster Manuales |
5 3 2 2 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Dentro de la temática general de desinformación y salud que tratan todas las unidades de análisis, existía un interés en conocer los subtemas más comunes que compartían los trabajos del corpus. En principio, el interés se centraba en conocer qué temáticas relacionadas con la salud eran las más investigadas, pero se comprobó que no todos trataban de uno de éstos en concreto. Se procedió a asignar un subtema a cada una de las unidades de análisis priorizando los de salud. En los casos en los que no correspondía, se le asignó un subtema sobre el tratamiento de la información. Por ello, en la tabla 2 se puede comprobar que, entre los más comunes, la mayoría de subtemas tenían que ver con la comunicación. Esto podría dar lugar a interpretar que la mayoría de ellos trataban sobre desinformación y salud en general, con la diferencia de la manera de enfocarlo desde el punto de vista de la comunicación.
Tabla 2. Clasificación según subtemas
Subtemas |
Número |
Gestión de la comunicación Vacunas Factores desinformación Alfabetización Investigación salud y desinformación |
30 25 24 23 10 |
Cáncer |
8 |
Zika Ébola Medios comunicación Autismo Farmacia Nutrición Reproducción Síndrome Respiratorio OM Tabaco Accidentes cerebrovasculares Antibióticos Atención primaria Belleza Biotecnología Bucodental Células Madre Drogas Enfermedades de la piel Fibrosis pulmonar ideopática Fiebre amarilla Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo Gripe A Heridas Neurología Prevención de infecciones Psoriasis Sarampión Tuberculosis Urología Vejez VIH Viruela de los monos Virus del Papiloma Humano |
6 3 3 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Para verlo de una forma más clara, eliminamos los artículos cuyos subtemas no tenían que ver con la salud y descubrimos que, sin lugar a dudas, las vacunas eran hasta 2019, en relación con la salud, el elemento más habitual del cual tratan los trabajos analizados. La mayoría de las publicaciones sobre vacunas siguen la tendencia del corpus completo y tienen en ellos tiene una clara predominancia el análisis de contenido en cuanto al método, y la Salud como el área que más ha publicado sobre el tema.
Tras las vacunas, el cáncer o enfermedades infecciosas como el Zika o el Ébola son las que más trabajos acumulan, aunque claramente con un protagonismo inferior. La presencia de éstas puede estar relacionada con los altos índices de casos, o episodios epidémicos puntuales.
Figura 1. Representación gráfica de los subtemas de salud
Fuente: Elaboración propia.
Sobre las vacunas, ya que se han presentado como el subtema relacionado con la salud más frecuente en los analizados, comprobamos que, de las 25 unidades de análisis, tan solo una de ellas data del año 2013 y el resto de 2018 y 2019, 12 en cada uno de ellos. Por lo tanto, es posible afirmar que el interés por la desinformación sobre vacunas sufrió un interés repentino en los dos años previos a la pandemia, y que en los anteriores había sido prácticamente nulo.
Figura 2. Representación gráfica de la evolución temporal de las unidades de análisis recogidas sobre vacunas
Fuente: Elaboración Propia
Sobre la clasificación de los métodos utilizados en los artículos, se realiza entre los artículos científicos, comunicaciones en congresos, tesis doctorales y trabajos de fin de grado o máster. En cuanto a los resultados, es notable la diferencia entre el uso del análisis de contenido y el resto de métodos. Esto podría significar que las investigaciones sobre desinformación y salud están orientadas a recoger qué se ha publicado (medios o redes) más que a la percepción de los receptores de la información. Además, teniendo en cuenta que las vacunas se presentaban como la temática sobre salud más frecuente, y que está inevitablemente asociada a movimientos anti vacunas, resulta curioso que no se hayan encontrado más que tres unidades que emplean el análisis del discurso. A pesar de que no podemos afirmar que los discursos negacionistas sean necesariamente desinformación, sí es curioso que no se profundice en el mensaje y cómo se construye. Se puede estar corriendo el riesgo de quedar en la superficie.
Tabla 3. Clasificación según método utilizado
Método |
Número |
Análisis de contenido Encuesta |
52 19 |
Experimento |
15 |
Revisión bibliográfica Teórico Estudio de caso Entrevistas No especifica Análisis del discurso |
7 7 6 4 4 3 |
Fuente: Elaboración propia.
En el recuento de palabras clave llevado a cabo, se han utilizado las que incluían los propios autores y autoras en sus trabajos, en el caso de que figurasen. Se han separado de manera individual cada una de las palabras incluidas en ese campo y se ha analizado el número de veces que aparece cada palabra clave. Sin embargo, se ha detectado la necesidad de agrupar algunas de ellas, ya que el interés radica en conocer cuáles son los conceptos que más aparecen y no las palabras concretas. Así, algunos de estos ejemplos serían: vaccine, vacuna, vaccination o health y salud. Como resultado, la palabra más frecuente, con diferencia es ‘salud’. Encontramos ciertas similitudes entre este apartado y el de los subtemas, ya que entre las diez palabras clave más utilizadas, predominan las que tienen que ver con la información y la comunicación (tabla 4).
Tabla 4. Palabras clave más frecuentes
Palabras clave |
Número |
Health(care)+salud Social(es) Media |
53 35 31 |
Fake news Misinformation |
22 19 |
Información Vaccination Rumor Communication Internet |
18 17 15 12 11 |
Fuente: Elaboración propia
Se ha repetido el proceso con el listado del paso anterior, pero esta vez buscando las mismas palabras en los títulos. Los resultados no varían demasiado, aunque sí destaca mayor presencia del término ‘misinformation’.
Tabla 5. Palabras clave más frecuentes en los títulos
Palabras títulos |
Número |
Health(care)+salud Misinformation Social(es) Media |
79 72 51 50 |
Fake news Vaccination Online |
43 26 20 |
Rumor Información Medical |
19 15 15 |
Fuente: Elaboración propia.
Se han identificado las publicaciones que habían divulgado los artículos de nuestro corpus y se han clasificado según las categorías de la UNESCO (2013) dependiendo de las áreas en las que estuviesen indexadas. En ocasiones alguna publicación pertenecía a más de un área. Llama la atención una diferencia tan notable entre las publicaciones de Medicina y el resto, más aún cuando la diferencia entre Medicina y Periodismo e Información es tan notable, y no lo es entre Periodismo e Información y CCSS y del Comportamiento, o Informática, por ejemplo. En este caso, hubiera cabido esperar una mayor implicación por parte del área de la comunicación en la investigación del fenómeno que ocupa este trabajo, lo que se podría interpretar como una menor percepción del mismo como amenaza que en el caso del área de la salud.
Tabla 6. Clasificación según área de estudio
Área de estudio |
Número |
Medicina Periodismo e Información |
78 14 |
CCSS y del Comportamiento |
11 |
Informática Humanidades Ingeniería y profesiones afines Derecho Educación Comercial y Admin Ciencias de la Educación Matemáticas y Estadística |
11 10 5 3 1 1 1 |
Fuente: Elaboración propia.
Se han registrado los años de publicación de las unidades de análisis del corpus para comprobar cuáles han sido los momentos de mayor interés en la comunidad científica en torno a desinformación y salud. En la figura 3 se puede apreciar claramente que la cantidad de artículos publicados se ha mantenido en números similares hasta 2015, año en el que comienza una tendencia ascendente que se mantiene hasta el final del periodo analizado. Sin embargo, el año con la subida más notable es 2018. La tendencia se corresponde en gran medida con la evolución temporal del interés sobre desinformación y vacunas analizado anteriormente. Esto parece demostrar un creciente interés de la comunidad científica en los años inmediatamente anteriores a la pandemia, lo que ha podido resultar positivo en cuanto a preparación para el análisis del fenómeno en los momentos cruciales del Covid-19.
Figura 3. Representación gráfica de la evolución por años de la cantidad de artículos publicados sobre desinformación y salud
Fuente: Elaboración propia.
El resultado de nuestra investigación confirma lo ya conocido sobre el inglés como idioma más utilizado en investigación académica.
Tabla 7. Clasificación según idioma
Idioma |
Número |
Inglés Castellano |
143 18 |
Portugués |
6 |
Francés |
1 |
Fuente: Elaboración propia.
La gran mayoría de unidades del corpus son de acceso libre. Los artículos que se presentan con alguno de los otros tipos de acceso, bien institucional, o bien de pago, en ocasiones ofrecen ambas opciones. Esta es la razón por la cual el total de la tabla supera el número de unidades del corpus. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que, en ocasiones, esto puede variar con el tiempo.
Tabla 8. Clasificación según tipo de acceso.
Acceso |
Número |
Abierto Institucional |
117 28 |
No acceso |
19 |
Pago |
16 |
Fuente: Elaboración propia.
Descubrimos que nuestros resultados acerca de las vacunas como principal subtema entre los artículos analizados coinciden en gran medida con los de otros autores (Wang et al., 2019) (Suárez-Lledo y Álvarez-Gálvez 2021), ya que en sus investigaciones, no solo las vacunas se perfilaban como protagonistas, sino que también contaban con presencia enfermedades infecciosas como el Zika y el Ébola, o el cáncer. No sucede así con otros trabajos que sitúan el cáncer como principal foco (Waszak et al., 2018), aunque esto puede deberse a la fecha de redacción, ya que como hemos comprobado, la subida más notable de los artículos sobre desinformación y salud, y el de las vacunas de una forma más concreta, se da en el año 2018 (Wang et al., 2019). En cuanto a los subtemas relacionados con la comunicación, encontramos ciertas similitudes con Li et al. (2019), especialmente en las características y la estrategia para afrontar los bulos.
El hecho de que en los últimos años antes de la pandemia el interés por este tema fuese creciente ha podido resultar de la concienciación de que la desinformación fuese hasta hace unos años subestimada como peligro para la salud pública (Southwell et al., 2019). En el momento en el que irrumpió la pandemia, el interés científico sobre desinformación y salud había aumentado de una forma notable y se encontraba en su máximo histórico. Aunque probablemente las publicaciones a partir del año 2020 se hayan disparado, el presente trabajo ya auguraba un aumento de las investigaciones sobre el mismo, incluso si no se hubiese dado una pandemia.
El fenómeno estudiado es, evidentemente multidisciplinar (Suárez-Lledo y Alvárez-Gálvez, 2021). A pesar de que algunas investigaciones (Li et al., 2019) afirman que la Medicina y la Información como los dos únicos campos que se preocupan por el tema, nuestros resultados no nos permiten tal conclusión. En nuestro estudio, aunque la Información ocupase el segundo puesto, no es comparable a la extensa investigación desarrollada en el ámbito de la Medicina. La razón podría estribar en la proximidad del área de la Salud con los problemas provocados por la desinformación; son los profesionales, expertos y científicos de esta área los que perciben de forma más directa las consecuencias negativas de la desinformación, los que los identifican como un problema que requiere solución. Por el contrario, el área de la Comunicación ha podido estar percibiendo la desinformación como una amenaza general, un problema sí, pero sin consecuencias graves y directas en su quehacer profesional.
Tal y como ya explicábamos en el apartado de resultados, en relación a los métodos utilizados por las unidades analizadas, se da prioridad al análisis del contenido de la desinformación por delante de las actitudes de las personas receptoras, coincidiendo con Li et al. (2019). La diversidad metodológica es identificada por autores como Suárez-Lledo y Álvarez-Gálvez (2021) como un factor para dificultar la identificación de soluciones al problema de la desinformación en salud.
Según lo explicado en apartados anteriores, podemos considerar el aumento los trabajos sobre desinformación y salud en los años inmediatamente anteriores a la pandemia como algo positivo, ya que ha podido suponer una base más sólida para la investigación del fenómeno y para lidiar con él. Aunque probablemente las publicaciones a partir del año 2020 se hayan disparado, este trabajo ya auguraba un aumento de las investigaciones sobre el mismo, incluso si no se hubiese dado una pandemia.
Sin embargo, se ha demostrado que no todas las áreas de conocimiento tenían el mismo nivel de implicación con la materia. En definitiva, estos resultados subrayan la necesidad de que el área de la Comunicación prestase mayor atención a la investigación sobre el fenómeno que nos ocupa. La revelación de las vacunas como temática mayoritaria en las investigaciones sobre desinformación y salud antes de la pandemia del coronavirus permite concluir que éstas son uno de los principales focos de informaciones falsas, y que, además, así son percibidas por la comunidad científica. El hecho de que una de las principales medidas contra la COVID-19 haya sido la campaña de vacunación mundial, ha podido suponer una confirmación de esta tendencia.
A la luz de los resultados de nuestro análisis, cabe preguntarse si la tendencia que la investigación sobre desinformación y salud se ha mantenido o si por el contrario ha variado, especialmente en cuanto a dos factores. Por un lado, sería interesante conocer cómo ha evolucionado la temática de las vacunas y cuál ha sido su recorrido durante la pandemia. Por otro lado, y como ya se ha comentado, será fundamental comprobar si el área de la Comunicación ha incidido en la investigación de este fenómeno en mayor medida de lo que venía haciendo hasta el año 2019.
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Financiación: Esta investigación sí recibió financiamiento externo. Se trata de una investigación llevada a cabo dentro del desarrollo de la tesis doctoral de una de las autoras, al cual se desarrolla dentro del Programa de Ayudas a la Investigación del Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza.
Mónica Encinillas García
Investigadora predoctoral en el Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad a través del Programa de Formación de Personal Investigador No Doctor de Gobierno Vasco. Se graduó en Periodismo por la UPV/EHU (2016) y cursó el Máster de Comunicación Social en la misma universidad (2019). Su principal línea de investigación se centra en informaciones falsas y comunicación institucional.
Orcid ID: http://orcid.org/0000-0002-4765-4031
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ResearchID: CAJ-2054-2022
Rosa Martín Sabarís
Profesora titular en el Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad del País Vasco. Licenciada en Ciencias de la Información y Doctora en Ciencias de la Comunicación por la UPV/EHU.
Ha dirigido varias tesis doctorales sobre campañas electorales en televisión, la audiencia en los talk-shows o la formación de la dirección de arte en los estudios universitarios. También ha participado en diferentes proyectos relacionados con el newsmaking, la comunicación electoral y la Realidad Virtual aplicada al aprendizaje y comunicación en personas con Síndrome de Down.
Autora del Libro de Estilo de EITB, ha ocupado diversos cargos de gestión y ha sido Directora de ZER revista de estudios de comunicación.
Orcid ID: http://orcid.org/0000-0002-0793-3749
Google Scholar: https://scholar.google.es/citations?user=S6C7JWsAAAAJ&hl=es&oi=ao
ResearchID: ABJ-5199-2022
Revista de Comunicación y Salud, 2023, Vol. 13.
1 Mónica Encinillas García: Investigadora Predoctoral en el Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV/EHU.
[2] Rosa María Martín Sabarís: Profesora Titular en el Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UPV/EHU.